Riesgos

Riesgos cognitivos, emocionales y físicos

PERDER EL TIEMPO Y DISPERSARSE 

 

 

Aunque queremos hacer un uso útil y optimizar el tiempo que dedicamos a las pantallas, la realidad es que se utilizan sobre todo para pasar el rato en vez de para buscar información, comunicarse o trabajar. Esta falsa creencia es la que nos lleva a perder mucho el tiempo y dispersar nuestra atención.

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¿Cómo sabemos que realmente perdemos el tiempo?
  • × «Yo creía que hacía un uso provechoso y que controlaba exactamente el tiempo que dedico». Falso.
  • Las pantallas y las aplicaciones están creadas para utilizarlas mucho, si puede ser cada vez más tiempo. La idea es que, a medida que pasa el tiempo, las usemos más, no al revés. Las compañías multinacionales que operan las redes sociales y las marcas de telefonía inteligente se las ingenian para llamarnos la atención constantemente. Les da igual si nos concentramos o no en una sola tarea, nuestro rendimiento académico o laboral y la calidad de nuestras relaciones. Ellos quieren vender y ganar dinero y, por lo tanto, necesitan que consumamos, cuanto más, mejor.

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¿Qué puedo hacer para darme cuenta de que la pantalla me ha robado la atención?
  • × «Yo, cuando desbloqueo el móvil, siempre lo uso exactamente para lo que me había propuesto». Falso 
  • Creemos que cogemos el teléfono móvil para hacer una tarea concreta, pero casi siempre acabamos haciendo otras cosas y, cuando nos damos cuenta, ha pasado un buen rato. Y esto nos puede pasar incontables veces a lo largo de un día, si no prestamos atención y somos conscientes de ello.
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  • Básicamente, el procedimiento es el siguiente:
  • 1)Pienso en abrir el teléfono para hacer una tarea.
    2) Desbloqueo y abro el teléfono.
    3) Veo las notificaciones.
    4) Me dejo atrapar por una notificación.
    5) Me doy cuenta de que me he olvidado de para qué había abierto el teléfono.
    6) Recuerdo por qué lo había abierto.
    7) Entro en la app que buscaba y hago la tarea.

 

  • ¿Te has preguntado si, en el primer paso, habrías podido valorar si realmente necesitabas abrir el teléfono para hacer lo que necesitabas hacer?

Y si no utilizo tanto el móvil, ¿qué hago para distraerme?
  •  × «Yo solo utilizo el móvil para pasar el rato, y puedo parar siempre que quiera». Falso.
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  • El tercer motivo es que no sabemos qué hacer cuando nos aburrimos. Aburrirse está infravalorado, a pesar de que es el momento en que aparece la creatividad. Es muy saludable aburrirse un rato al día, 30 minutos sin hacer nada, por ejemplo. Y ¿qué es lo que hacemos cuando sentimos que nos estamos aburriendo?… ¡Paf! Coger el móvil y mirarlo. La situación ideal que buscaban las grandes empresas tecnológicas de Internet. En el transporte público, aproximadamente un 80 % de los viajeros mirando el móvil. ¿Has intentado alguna vez mirar qué hace la gente en el bus, en el metro o en el tren?

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  • Por lo tanto, el truco principal para contraatacar este riesgo es:
    • 1. Reflexiona sobre qué actividades no haces y te gustaría hacer, pero al cabo del día te falta tiempo porque estás todo el rato con el móvil.
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    • 2. Cuando te venga el pensamiento de que lo que necesitas hacer lo resolverás con el móvil, piensa en qué alternativas tienes.
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    • 3. Si tienes un impulso irrefrenable de consultar el móvil en un momento en que no estás haciendo nada en particular, pregúntate si te está entrando el deseo de usar el móvil para pasar el rato y sin motivo aparente. Si la respuesta es afirmativa, sé consciente de lo que te está pasando y elige cualquiera de las actividades del segundo paso o, simplemente, no hagas nada y observa a tu alrededor, o cierra los ojos y mira qué pasa.
  • Si lo pruebas, ¡rápidamente verás la diferencia de cómo te sientes!

 

DIFICULTADES EN EL DESARROLLO COGNITIVO Y DISMINUCIÓN DEL RENDIMIENTO ACADÉMICO O LABORAL

  

El abuso de las pantallas puede afectar la memoria, la atención y la concentración. El efecto principal de la disminución de las capacidades se produce por la inacción de las neuronas y las áreas cerebrales encargadas del procesamiento.

DIFICULTADES EN EL DESARROLLO COGNITIVO Y DISMINUCIÓN DEL RENDIMIENTO ACADÉMICO O LABORAL

  

El abuso de las pantallas puede afectar a la memoria, la atención y la concentración. El efecto principal de la disminución de las capacidades se produce por la inacción de las neuronas y las áreas cerebrales encargadas del procesamiento.

¿Qué pasa si nos fiamos del GPS y no hacemos el pequeño esfuerzo de acordarnos de cómo se llegaba a un lugar?
  • × Utilizamos menos el hipocampo, donde se encuentran las neuronas encargadas de aprender los distintos lugares por donde pasamos, y utilizando menos esta parte del cerebro quedará atrofiada por la falta de aprendizaje. Esto puede implicar en el futuro que nuestra concentración, atención y memoria pierdan potencial y, en el peor de los casos, se pueden desarrollar complicaciones patológicas, como, por ejemplo, los distintos tipos de demencia (del latín de, «hacia abajo», y mentia, «mente»; significa decadencia mental). Se sabe, y se ha estudiado bien desde hace años, que el cerebro es como los músculos: crece a medida que se ejercita, y se debilita o se atrofia a medida que se deja de usar. Así que ya sabes cómo puedes prevenir problemas mentales, de memoria o dispersión: utiliza el intelecto y evita delegar tareas mentales en las pantallas. ¡Activa el gym de tu mente!.
Siempre se dice que el hecho de ser hábil con las pantallas y los juegos incrementa el rendimiento cognitivo. ¿Es verdad?
  • × No se ha demostrado que las pantallas mejoren competencias cognitivas, e incluso se ha comprobado que el uso de las pantallas en los centros educativos hace perder el tiempo y distrae, más que ayudar a una mejor comprensión de los contenidos. ¿Sabías que los juegos de sudoku o los de entrenamiento mental y derivados no mejoran el aprendizaje? Actividades tan cotidianas como jugar un partido de fútbol o baloncesto con los amigos, ir a correr, tocar un instrumento o hacer un debate o tertulia entre amigos o familia activan mucho más el cerebro mediante las sinapsis y, cuanta más activación y comunicación entre neuronas, más aprendizaje. Es más fácil de lo que parece.
Y la atrofia mental, ¿es igual para todo el mundo o hay diferencias entre niños, jóvenes y adultos?
  • × No ejercitar el cerebro y delegar en las pantallas afecta a todo el mundo. Pero es especialmente grave la afectación en el desarrollo cognitivo de los niños y niñas, aún más si en lugar de juegos funcionales, simbólicos, de reglas o de construcción se utilizan las pantallas para hacer cualquier tipo de ejercicios o actividades. Estos riesgos para la salud mental y la capacidad cognitiva dependerán en gran manera de la edad y la cantidad de horas de uso. La norma es clara y concisa: «Cuanto más pequeños, menos uso, porque afecta más a su cerebro, que aún está en desarrollo». ¿Por qué los padres hoy en día delegan en las pantallas la función de canguro? ¿Cómo lo podrían hacer para tener tiempo para hacer las tareas del hogar y tener a sus hijos jugando a algún juego? La respuesta a las preguntas no es igual para todo el mundo, cada familia tendrá que buscar sus estrategias.
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¿Realmente las pantallas perjudican el rendimiento académico y laboral o es un mito?
  • ×

    No es un mito, es cierto que las pantallas pueden dificultar o ralentizar el aprendizaje y, en consecuencia, afectar a la eficacia de nuestro rendimiento. El abuso de las pantallas afecta al rendimiento, principalmente porque nos despistan de las tareas que nos hemos propuesto hacer, pero también porque no mejoran el aprendizaje que se hace a través de los métodos analógicos, manuales y tradicionales, como el uso de los libros, los apuntes y los esquemas. Se han llevado a cabo estudios que demuestran que la lectura en papel facilita una comprensión en más profundidad que si se hace a través de la pantalla,[1] donde la retención de información es mucho más superficial. Estos estudios concluyen que lo más razonable es combinar ambas lecturas, evitando hacer solo lectura a través de la pantalla. Así que ¡ya lo sabes! ¡No dejes de leer tus apuntes en papel ni de hacer tus resúmenes y esquemas a mano!

SEDENTARISMO

Uno de los problemas derivados del abuso de las pantallas es la tendencia al sedentarismo y la apatía, que van ligados a muchos problemas de salud, físicos y emocionales. El estilo de vida sedentario está muy asociado al uso de las pantallas, dado que, a medida que pasamos más horas con ellas, es más probable que nuestro cuerpo esté parado. Por estilo de vida activo se entiende la combinación de dos factores: la actividad física y el ejercicio físico. Pero sobre todo, necesitamos mover el cuerpo a través de la actividad física. Si cuidamos nuestro cuerpo, podremos cuidar nuestra mente y nuestro corazón, y gestionar mejor las emociones y nuestra relación con los demás y con el mundo.

 

 

¿Es lo mismo si practico deportes en la consola que en el parque o en el polideportivo?

«Yo juego al fútbol en la consola, que más o menos es lo mismo que hacerlo en la pista, pero así evito lesionarme y me ahorro las disputas entre jugadoras y jugadores». Falso.

Hay una paradoja que se da cuando las personas están mucho rato jugando a juegos que simulan actividades deportivas, y pueden llegar a tener problemas de nervios, musculares o de conducta. ¿Cuál es el motivo por el que prefieren encerrarse en casa y pasarse horas jugando a la tableta o la consola? La respuesta se encuentra en el diseño llamativo de los juegos, en la inmediatez del placer experimentado y el efecto neurológico que provocan estos juegos, y en el sistema de la recompensa. La sensación de placer, sin embargo, que se experimenta en el ejercicio físico es mucho más completa, ya que justo después del ejercicio se segrega serotonina —entre otras hormonas—, lo que hace mucho más placentera la experiencia y mitiga la sensación de estrés o angustia.

 

¿Qué beneficios tengo si hago más deporte en vez de jugar a la consola?

Es mucho mejor practicar deporte en vivo y en directo, ya que se aprende mucho más, disfrutamos de la oportunidad de compartir el juego en grupos de iguales, podemos aprender a hacer estrategia, aprendemos a gestionar nuestra frustración si perdemos o a saber ganar, y muchos otros beneficios más. Ante la pantalla, los aprendizajes son muy reducidos, mecánicos. Además, cuanto más jugamos online más riesgo habrá de sedentarismo y, por lo tanto, más riesgo de caer en problemas físicos de sobrepeso o problemas emocionales por una mala gestión de la energía.

ENGANCHARSE

 

 

El riesgo más importante y frecuente es el de la adicción o enganche a las pantallas, es decir, la dependencia psicológica. Tenemos la necesidad de estar conectados permanentemente, de tener el móvil conectado las 24 horas, incluso al dormir, usándolo como despertador. ¿Has pensado en volver al despertador old school y apagar el móvil mientras duermes? Si se nos estropea el móvil, nos lo dejamos en casa o lo perdemos, nos entra la ansiedad paranoica: ¿y ahora qué haré sin el móvil? Pues tal vez si te pasa, te darás cuenta de todo lo que hay fuera si no estás abducido por la pantalla del móvil, y de la cantidad de recursos que tienes a tu alrededor.
No obstante, el paso previo para poder identificar si estamos enganchados es conocer cuál es el efecto de las pantallas, los juegos y las redes sociales en nuestro cerebro. Esto es así porque, para poder cambiar nuestros hábitos, primero debemos investigar y conocer mínimamente de qué estamos hablando, como sucede con el cambio de hábitos alimentarios, de actividad física, de consumo de sustancias, etc..

 

 

¿Es lo mismo ser adicto a las pantallas que hacer un uso abusivo de ellas?

Actualmente, el uso de las pantallas con pauta abusiva y, en última instancia, adictiva, es más frecuente que con las drogas. Esto no quiere decir que los dos usos o abusos estén interrelacionados. Pero sí es cierto que hay factores individuales, grupales, sociales o familiares que pueden parecerse (malestar emocional, aislamiento social, problemas relacionales, distintos síntomas físicos, baja autoestima, etc.), e incluso algunos comportamientos o conductas de las personas que hacen un abuso o se han vuelto adictos son similares en ambos casos (irritabilidad, obsesión, compulsividad, falta de contención y límites, etc.). No los tenemos que poner en el mismo saco, dado que hace falta más tiempo y más intensidad para engancharse de verdad a una pantalla, pero sí que, al menos, hay que estar atentos, porque la presencia y la disponibilidad de las pantallas, las redes sociales y las aplicaciones son mucho mayores que la oferta de drogas y, por lo tanto, es más fácil consumirlas.

 

¿Cómo podemos revertir la tendencia que nos arrastra a utilizar cada vez más las nuevas tecnologías?

Pues a base de voluntad y de cambio de hábitos, siendo conscientes de ello e incorporando progresivamente la perspectiva crítica hacia este mundo de las pantallas gracias al nuevo conocimiento adquirido. Tener una perspectiva crítica significa intentar informarse y contrastar distintas fuentes y opiniones, con actitud abierta, y, finalmente, tomar un posicionamiento propio que esté de acuerdo con los valores que una persona tiene. Hay un sinfín de apps, y las empresas ganan dinero si la gente se engancha: cuanto más enganche, mejor para a ellas. Por este motivo, cada vez hacen las apps más atractivas, con más dinamismo, efectos visuales, colores, funcionalidades, etc.

No hay que esperar a estar totalmente viciados. Quizás sería interesante preguntarnos de vez en cuando por el sentido y la función que tiene para nosotros jugar o utilizar una aplicación determinada. ¿Para qué queríamos entrar en esta aplicación? Si queremos, ¿podemos dejar de conectarnos o nos cuesta evitarlo en ciertos momentos y espacios? Para ello, revisa tu uso de pantallas y entrena tu atención.

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